La sociedad y el sistema de administración de justicia esperan hoy profesionales reflexivos, preparados para interpretar situaciones, creativos en la búsqueda de soluciones, y capacitados para adaptarse a los cambios en función de las demandas.
Ello hace necesario que el Profesional de nuestros días pueda acceder a especializaciones del ámbito en el que ha de desempeñarse, y a actualizaciones permanentes de las mismas, de manera tal que se encuentre muñido de las herramientas cognitivas y prácticas necesarias para un desempeño idóneo.